TEMA: LA EXPERIENCIA RELIGIOSA.
LECTURA:
RUPTURA DEL DUALISMO ENTRE LO ESPIRITUAL Y LO RELIGIOSO
Nuestro lenguaje es, en
última instancia, el vehículo de nosotros mismos; en él se contiene y comunica
mucho más que el mero significado de las palabras. Es decir, en él se contiene
y comunica todo un universo de sentido, la percepción que tenemos del mundo y
de nuestro lugar en él. En el lenguaje estamos abriendo las puertas y ventanas
de nuestro mundo interior: del "mundo" que nos habita, y de nuestro
modo de habitar el mundo.
De este modo, en relación a
la espiritualidad, es particularmente significativo el lenguaje que utilicemos
como revelador del fondo de la experiencia que intentamos comunicar.
Lenguaje Dicotómico:
Material - espiritual
Para muchas personas,
incluso cristianos, el término "espiritualidad" hace referencia a una
distinción y oposición con "lo material", con "las cosas
terrenas", con "lo práctico y lo concreto"; mientras que
"lo espiritual" pertenece "al otro mundo", a "lo
abstracto e ideal". Dentro de este lenguaje dicotómico es habitual que
"lo material" se considere como algo poco noble, "bajo" y
aun despreciable.
El paso siguiente de esta
lógica que, a partir de la dicotomía inicial ha colocado a "lo
espiritual" en el más alto (e inalcanzable) peldaño, es una llamada a ser
"realista", pues "desgraciadamente, hay que vivir en 'este' mundo".
El "realismo" no es otra cosa que la llamada a someterse a la lógica
de "lo material"; sometimiento que, habitualmente, es vivido con
diversos grados de culpabilidad. Pero... "¿qué se le va a hacer? Hay que
ser realistas".
Muchas personas que viven según
esta lógica, es decir, sometidos inevitablemente a la poco noble condición de
"lo material", en el deseo de poder exorcizar la culpa anhelan tener
tiempos y espacios para dedicarse a "lo espiritual", el cual es casi
automáticamente identificado con "lo que me saca de 'este' mundo";
dedicaciones "espirituales" que son un breve paréntesis para volver
al realismo de "lo material" con la culpabilidad relativamente
redimida. Y así, de paréntesis en paréntesis...
Estamos aquí ante una
estructura típicamente dualista, que separa lo que Dios ha unido en la persona
humana y hace de la ruptura entre fe y vida uno de los dramas de nuestro
tiempo.
Una antropología dualista
opone las dimensiones diferenciadas (espiritual-material, individual-social) de
la unidad de la persona humana. En el ámbito de la espiritualidad, en el
dualismo subyace una interpretación ontológica de la antítesis paulina de carne
y espíritu; interpretación ontológica que rompe la unidad fundamental de la
persona, oponiendo las dimensiones diferenciadas y mutuamente dependientes de
esa realidad.
ACTIVIDAD
1. ¿Qué papel cumple el
lenguaje en lo referente a la denominación de la palabra espiritualidad?
2. ¿Es lo espiritual, una
realidad totalmente diferente y opuesta a lo material?
3. En el texto ¿Qué
significa la expresión ser realista?
4. ¿Piensas que todo lo
material es poco noble? justifique
5. ¿Por qué se ha dicho que
lo material y lo espiritual han sido una estructura "típicamente dualista"?
6. Explique por lo menos dos
ejemplos que hagan referencia a lo espiritual y a lo religioso
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