PRIMER MOMENTO: LEO
HÁBITOS DE ESTUDIOS
Los hábitos de estudio son aquellas conductas
que los estudiantes practican regularmente, para incorporar saberes a su
estructura cognitiva donde este es el más potente predictor del éxito
académico, mucho más que el nivel de inteligencia o de memoria lo que determina
nuestro buen desempeño académico es el tiempo que dedicamos y el ritmo que le
imprimimos a nuestro trabajo. Durante la educación secundaria, por lo general
vamos incorporando unos hábitos de estudio de manera no sistemática, ya que no
suelen enseñarse directamente.
Estos hábitos de estudio pueden ser buenos o
malos, con consecuencias positivas o negativas, respectivamente, en sus
resultados.
FACTORES ESENCIALES PARA DESARROLLAR HÁBITOS DE
ESTUDIO
1. Acondicionar una zona para el estudio
La mayoría de los niños no estudian de buena
gana, por lo que es importante usar todas las herramientas que tenemos a
nuestro alcance para motivarlos. Una buena idea consiste en crear una zona de
estudio, que sea agradable, donde el pequeño tenga todo su material escolar a
la mano y se sienta a gusto.
2. Elegir el momento adecuado
Es importante que los niños no realicen una
asociación negativa con el estudio. Por eso, se recomienda que primero hagan
los deberes y después se les permita realizar una tarea agradable, como jugar.
De esta forma no asumirán que el estudio es una especie de castigo.
3. El tiempo necesario
No es conveniente obligar al niño a pasar
demasiado tiempo estudiando. Como regla general, conviene comenzar con periodos
cortos de tiempo, al principio 10 o 15 minutos serán suficientes, para luego ir
aumentando a medida que avanza el curso o según la complejidad de los deberes.
En todo caso, durante los primeros años el niño no debería pasar más de 50
minutos estudiando, lo ideal es que le dedique a esta actividad solo media
hora.
4. Evitar las distracciones
Los niños se distraen con facilidad, sobre todo
cuando se trata de estudiar. Por eso, es conveniente que en el momento de hacer
los deberes no haya distracciones. Mantén el televisor apagado y deja al margen
cualquier tipo de juego. Es importante que el niño pueda concentrarse porque
así acabará más rápido, se frustrará menos y el resultado tendrá mayor calidad.
5. Planificar las tareas
Los hábitos de estudio no se refieren
únicamente al tiempo que se dedica a esta actividad, también es importante la
organización. Si enseñas al niño a estudiar, podrá hacer sus deberes en menos
tiempo ya que aprovechará mejor cada minuto. Por eso, es conveniente que le
enseñes a organizar y planificar las tareas, como, por ejemplo, explicarle que
debe empezar por las tareas más complejas y terminar con las más simples.
6. Subdividir las tareas complejas
Cuando los niños son pequeños, esperan una
recompensa inmediata, por eso les resulta difícil visualizar el final de una
tarea, sobre todo si es muy larga. Para motivarle y evitar la frustración
puedes dividir una tarea en pequeños pasos. Por ejemplo, si debe aprender las
tablas de multiplicar, podéis dedicar una semana a cada número, así el niño no
se sentirá abrumado.
7. Reconocer su esfuerzo
No se trata de hacerle regalos, pero es
necesario que recompenses su esfuerzo, unas palabras de aliento o un postre
especial para la cena pueden ser suficientes para que el niño se sienta
motivado a seguir estudiando. De hecho, recuerda que los elogios y la atención
de los adultos son grandes alicientes para los niños. También puedes hacerle
ver lo mucho que está avanzando, para que se anime a continuar.
8. Crear una rutina
Crear hábitos de estudio no se limita a hacer
los deberes escolares, se trata más bien de dedicarle todos los días de la
semana un espacio de tiempo a esta tarea. Por eso, aunque el niño no tenga
deberes, puedes pedirle que se siente un rato a leer o a escribir. También
puedes buscar tareas divertidas, como hacer manualidades.
BENEFICIOS DE LAS TÉCNICAS DE ESTUDIO
Fomentan la motivación
Favorece el interés
Facilitan la cooperación
Permite una mayor autonomía
Mayor iniciativa y creatividad
SEGUNDO MOMENTO: INTERPRETO
·
De acuerdo con la anterior información sobre los
hábitos de estudio, responde las preguntas:
·
¿Cuál de estos hábitos de estudio, aplicas en tu
proceso de aprendizaje?
·
¿Cuál de los hábitos de estudio planteados,
implementarías en tu proceso de aprendizaje?
¿por qué?
· ¿En tu día a día a que actividades inviertes la mayor parte de tu tiempo? ¿Contribuyen estas a tu crecimiento personal?
TERCER MOMENTO: PRÁCTICO
·
Elabora un organigrama o agenda semanal, de la distribución de tu
tiempo día a día. La puedes hacer por semana o mensual
·
No olvides fijar objetivos o alicientes que motiven a una fijación
positiva de la disciplina o los hábitos de estudio.
A continuación, te damos algunos
ejemplos que te pueden servir, para realizar tu agenda semanal de la manera más
creativa.
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