La ciencia y la tecnología avizoran grandes
luces a los hombres, Hasta que esta sobrepasa los límites de lo éticamente
humano. Prometeo promete el fuego de la ciencia y Zeus el castigo de todos los males humanos, Encerrado en la misteriosa caja de la
esperanza ¿Qué es la
Revolución Industrial? La Revolución
Industrial es un período histórico de transformaciones económicas y sociales,
entre 1760 y 1840, que desencadenó cambios sin precedentes para las
sociedades de todo el mundo. Se caracterizó
por el uso de nuevas tecnologías aplicadas a la producción en masa (también
denominada, producción en serie). La primera invención que permitió esta
nueva forma de producción fue la máquina de vapor, cuyo combustible era el
carbón mineral. El inicio de la
Revolución Industrial fue en Inglaterra dado que ese país presentaba las condiciones
económicas, políticas, sociales y tecnológicas necesarias para ese gran
cambio. Hacia el siglo XIX, la Revolución Industrial ya era parte de las
sociedades de Europa, de Estados Unidos y Japón. Características
de la Revolución Industrial Entre las
principales características de la Revolución Industrial, se destacan:
Causas de la
Revolución Industrial La Revolución
Industrial se produjo por la interacción de una serie de factores que primero
tuvieron lugar en Inglaterra y luego en todo el mundo: La revolución
agrícola. Hasta el siglo XVIII la actividad agrícola era muy similar a las
prácticas de la Edad Media. Se estilaba el trabajo manual y la tracción con
animales, poca propiedad privada (los campos eran más bien abiertos o de
propiedad del municipio) y producción escasa debido al sistema de “barbecho”
(consistía en dejar descansar la tierra entre cada cosecha, para que se
regeneren los nutrientes del suelo). La Revolución
Industrial introdujo cambios: comenzó a utilizarse maquinaria para el trabajo
de la tierra, los campos se volvieron propiedad privada y se reemplazó el
viejo sistema de cultivo por “sistema de rotación Norfolk” (consistía en rotar
las variedades de cultivos, de modo que no se saturaran siempre los mismos
nutrientes del suelo). La revolución
demográfica. Debido a los cambios en la alimentación y en la calidad de vida
(que pasó del campo a la ciudad), a partir del siglo XVIII se rompió con la
tradicional estructura social que solía mantener la misma cantidad de
pobladores durante largos períodos de tiempo. La Revolución
Industrial introdujo cambios que impactaron en el crecimiento de la
población, como la disminución de la mortalidad (debido a la mayor producción
de alimentos), el mayor desarrollo de la medicina (gracias al descubrimiento
de la vacuna) y el consecuente incremento de la tasa de natalidad. Las revoluciones
burguesas. A partir de mediados del siglo XVIII la burguesía comenzó a
demandar el dominio del poder político y económico que hasta entonces estaba
en manos de un rey y de la nobleza, lo que dio origen a la Revolución
francesa y de las Trece Colonias (norteamericana), entre otras. La Revolución
Industrial no habría sido tal sin el empoderamiento del sector burgués, que
introdujo grandes cambios: la creación de emprendimientos y la circulación
del capital, el desarrollo de la industria mediante la propiedad privada, los
avances tecnológicos, el comercio y la economía capitalista. Además, los
burgueses fomentaron la creación de significativos inventos. A la par, surgió
una nueva clase social: el proletariado, la clase obrera que carecía de
propiedades o medios de producción. A partir del
impulso burgués, se generó un crecimiento comercial sin precedentes. La interacción
de los diversos factores logró fortalecer el desarrollo de tres industrias
clave para la expansión de la Revolución Industrial: La industria
minera. A partir del siglo XIX, el carbón vegetal que
provenía de la madera fue sustituido por el carbón de coque o mineral. A la
par, se desarrolló un lado perverso: la explotación y la esclavitud del
hombre para trabajar en los yacimientos mineros. Debido a lo estrechos que
resultaban los caminos hacia el interior de las minas, surgió la explotación
infantil en el sector minero. La industria
siderúrgica. El hierro y el acero fueron las principales
materias primas de la época, que se utilizaron para la producción de herramientas
agrícolas, maquinas textiles, locomotoras, rieles de ferrocarril y barcos.
Era posible trabajar el hierro por el uso de hornos industriales que
funcionaban a muy altas temperaturas gracias al combustible del carbón
mineral. La industria
del transporte. Hasta el siglo XVIII, el sistema de transporte
se basaba en medios de tracción animal, viento, remo, entre otros. En el
siglo XIX, se pasó del transporte con caballos al ferrocarril, gracias al
surgimiento de la máquina a vapor y al desarrollo de la industria siderúrgica
que permitió elaborar las locomotoras y los rieles. El ferrocarril
revolucionó el comercio y el traslado de personas. La expansión
comercial. A partir del impulso burgués, se generó un
crecimiento comercial sin precedentes que impactó en todo el mundo. Debido a
la creación de importantes inventos, como el ferrocarril y el barco a vapor,
el comercio mundial se desarrolló para transportar nuevas materias primas o
vender productos en países alejados. Inventos clave
de la Revolución Industrial La máquina de
vapor fue patentada en escocia por James Watt en 1762. Las tecnologías
aplicadas a la producción marcaron un cambio radical para las industrias,
debido a que el trabajo manual fue reemplazado por la fabricación en serie.
Son invenciones clave que desencadenar la revolución fueron: La máquina de
vapor. Patentada en 1769 por James Watt (Escocia),
resultó el invento más importante de la Revolución industrial. Los primeros
usos fueron en el transporte (permitió fomentar el comercio), la industria
textil (permitió realizar producción en serie a través de maquinarias) y la
metalúrgica (permitió trabajar el hierro y el acero para elaborar transportes
y maquinarias industriales). El alumbrado
público a gas. La instalación de lámparas a gas en las
calles revolucionó a las ciudades, que se convirtieron en lugares más seguros
para transitar al estar iluminadas en horarios en los que ya no había luz
solar. A fines del período de la Revolución Industrial, las ciudades se
habían transformado y las poblaciones se habían duplicado o triplicado. Consecuencias
de la Revolución Industrial El uso de
combustibles en las fábricas contaminaba el aire. Los grandes
conglomerados urbanos multiplicaron la concentración de contaminantes propios
de las ciudades: residuos orgánicos y contaminantes atmosféricos provenientes
de las estufas. Además, tanto
en la primera como en la segunda etapa de la Revolución Industrial, la
producción en fábricas dependió en gran medida del uso de combustibles, con
la consecuente contaminación del aire. Por otro lado, la producción excesiva
de mercancías comenzó a tener como efecto una más rápida producción de
residuos. Antes de la
organización de los sectores de trabajadores, no existían leyes que regularan
el trabajo del proletariado. Dado que había un amplio sector de la población
sin recursos económicos, muchas personas aceptaban trabajos en cualquier
condición. Por eso, las jornadas laborales eran tan largas que se tornaban
insalubres, además de que estaba permitido el trabajo infantil. La legislación
del trabajo y las organizaciones de los trabajadores, así como las nuevas
ideologías (socialismo, comunismo) fueron las fuerzas que impulsaron cambios
en estas condiciones. Sin embargo, en algunos países los niveles de
explotación que se observaban en el siglo XVIII siguen aún vigentes. RELACIÓN ENTRE ÉTICA Y CIENCIA
Se necesita de
una verdadera conciencia ética para usar las herramientas creadas por la tecnología
correctamente, para que puedan ser un verdadero beneficio. Lamentablemente,
la presión social y los incentivos económicos a la labor científica pueden
dar lugar a actuaciones que podemos considerar de inmorales y en absoluto
científicas. A menudo se
dice que el proceder de los fabricantes de armamentos, de los torturadores o
de los narcotraficantes es inmoral, cuando en rigor se quiere decir que su actividad
es desaprobada porque no se ajusta a los patrones morales de la persona que
hace la calificación. Cuando decimos
que un acto o pauta de conducta cualquiera es inmoral, lo que queremos en
realidad es imponer nuestro propio código moral. Pero un fabricante de
armamentos puede ser un héroe para una sociedad sometida que lucha por su
libertad, el torturador era un respetado funcionario judicial en la Edad
Media, y un narcotraficante puede ser el salvador para una sociedad campesina
sumida en la miseria que no tiene productos “legales” que puedan ser vendidos
en el mercado. La ética como
disciplina de la moral debería ser tomada en cuenta para controlar de una
manera ética los avances científicos y tecnológicos, Dado que es necesario
que estos avances o beneficios contribuyan al crecimiento y desarrollo de las
comunidades. Pero algunas veces se convierten en lo contrario. El desarrollo
científico es uno de los factores más importantes en la transformación de la
sociedad actual. Pero los efectos de la ciencia y la tecnología en la
sociedad tienen una doble vertiente: por un lado, contribuyen a mejorar el
nivel de vida, pero por otro puede dar lugar a la creación de técnicas que
pueden poner en peligro el desarrollo de la humanidad: • Cómo saber si
la clonación, a la larga, podrá ser utilizada para reproducir individuos con
tendencia criminal, tal y como se ha planteado en diversos libros y películas
de ciencia ficción, o es en realidad una alternativa para reproducir especies
que están en peligro de extinción. • Cómo saber si
la alteración genética de la variedades vegetales podrá ser utilizada para
hacerlas más resistentes a las plagas, superar el uso de insecticidas y
abaratar costos, evitar la contaminación de los cultivos para conquistar
nuevos mercados protegidos por severas normas técnicas ambientales, o más
bien, este avance de la biotecnología será utilizado como arma comercial para
desarrollar especies depredadoras que dañen las plantaciones de los países
competidores o enemigos políticamente. • Cómo saber si
buena parte de las invenciones científicas y las innovaciones tecnológicas
seguirán siendo utilizadas para el desarrollo de armas químicas,
bacteriológicas y nucleares, con el devastador y letal poder que han
demostrado tener en cada guerra en las que se han utilizado o, más bien tales
avances sólo podrán ser utilizados, para producir en la cantidad y con la
calidad necesarias los bienes y servicios que se requieren para mejorar la
calidad de vida y el bienestar de todos los pueblos del mundo. Por todo ello,
se hace necesario incluir ciertas cuestiones éticas, es decir, un cierto
control interno en la ciencia y en sus aplicaciones, aunque la última palabra
la tiene la sociedad a través de sus gobernantes. Características
que definen a la ciencia y a la tecnología con relación a la ética. Sobre la
ciencia y la tecnología consiste en determinar que tanto han servido para
configurar a las sociedades modernas y trasformar a las tradicionales. Los
progresos científicos como también tecnológicos han modificado radicalmente
la relación del hombre con la naturaleza y la interacción entre los seres
vivos. Hoy en día la ciencia y la tecnología calan los niveles más altos en
la sociedad actual. La ciencia y la
tecnología no se pueden estudiar fuera del contexto social en el que se
manifiestan. Entre la ciencia y la tecnología existe un claro estado de
simbiosis; en otras palabras, conviven en beneficio mutuo. Aunque el efecto
de ambas actuando conjuntamente es infinitamente superior a la suma de los
efectos de cada una actuando por separado. La tecnología
se ocupa de la acción humana sobre cosas y personas dando poder sobre cosas y
seres humanos, y no todo poder es bueno para todos. La creación de riqueza
puede tener efectos negativos. Los riesgos ecológicos, nucleares, químicos y
genéticos, muchas veces intangibles y globales, acompañan a los beneficios
del desarrollo y afectan a la sociedad moderna. Resulta obvio
que los avances tecnológicos permiten a la humanidad progresos irrenunciables,
pero debemos tener en cuenta los precios a pagar y reflexionar si podemos
evitar efectos negativos. La ciencia, una
actividad humana necesaria para el progreso. Aparte de la
investigación científica contamos con la investigación social, que también
ayuda a conocer problemáticas. El conocimiento
científico y tecnológico lleva implícito el desarrollo de una sociedad y ha
incrementado la calidad y duración de la vida de la gente. La ciencia es
una actividad necesaria para avanzar, crecer y mejorar; pero también es
innegable que los conocimientos, técnicas y herramientas hayan traído muchos
problemas a la humanidad. Los
conocimientos en sí mismos carecen de valores éticos. Los
conocimientos han sido utilizados con finalidades positivas como también se
han empleado para lastimar, destruir y acabar con personas. El impacto de la ciencia y la tecnología en la vida cotidiana El conocimiento
científico y tecnológico no es el mismo que se generaba en la sociedad antes
del siglo XX, ya que su uso se ha hecho más común en la población, con esto
podemos decir que la ciencia impacta y determina el rumbo de los principales
conocimientos generados en la sociedad actual. Ventajas y
desventajas El conocimiento
científico y tecnológico que se ha desarrollado a lo largo de la humanidad ha
llegado hasta nuestra vida cotidiana, modificándola, ya que se han generado
telecomunicaciones para estar la mayor parte del día conectados, redes
inalámbricas, telefónico celular para comunicarnos, computadoras cada vez más
avanzadas, en el ámbito de la salud, se han desarrollado medicamentos para
prevenir enfermedades, etc. Pero por el
otro lado, se han desarrollado adelantos científicos y tecnológicos que dañan
el entorno de la sociedad, desafortunadamente, estos riesgos también forman
parte del impacto de la ciencia y tecnología en la sociedad actual, tal es el
caso de la creación de armas de destrucción masiva, la mutación de virus por
experimentos, modificación del medio ambiente por la liberación de gases, la
modificación de ecosistemas por la inclusión de organismos genéticamente
modificados, acumulación de basura, etc. Los avances
científicos y tecnológicos que se generan día con día constituyen el progreso
científico cada país invierte una parte proporcional de su producto interno
bruto. Los
conocimientos, resultados de estas investigaciones, son productos sociales
por que se derivan de sociedades específicas y están centradas en resolver
necesidades urgentes: Si surge una
nueva enfermedad, una determinada investigación podrá centrarse en descubrir
una vacuna. Estos avances
deben desembocar directamente en beneficios para las personas y a estos se le
conoce como progreso social. En general, las
transformaciones ambientales sociales y comunitarias se caracterizan en
diferentes ámbitos: La ciencia y la
tecnología tienen una relación directa con la vida cotidiana, muchas de las
cosas que se utilizan o se consumen por la sociedad tienen que ver con el
avance de la ciencia y tecnología, como los aparatos que se utilizan, así
como los alimentos que se consumen, los productos que se compran, los
medicamentos que se utilizan para mejorar la salud, el conocimiento que se
aplica a diario, la información que se comparte, etc. GLOSARIO
"ciertas
bacterias viven en simbiosis en el intestino grueso del cuerpo humano |
||||||
SEGUNDO
MOMENTO: INTERPRETO El ser humano asiste a la mayor de
sus tragedias, encontrarse con la monstruosa creación,
que la sociedad en su perpetuidad ha
decidido dibujar en el pensamiento. Frankenstein o
el moderno Prometeo de
Mary Shelly CAPITULO
III Cuando me encontré con este asombroso poder entre
mis manos, dudé mucho tiempo en cuanto a la manera de utilizarlo. A pesar de
que poseía la capacidad de infundir vida, el preparar un organismo para
recibirla, con las complejidades de nervios, músculos y venas que ello entraña,
seguía siendo una labor terriblemente ardua y difícil. En un principio no
sabía bien si intentar crear un ser semejante a mí o uno de funcionamiento
más simple; pero estaba demasiado embriagado con mi primer éxito como para
que la imaginación me permitiera dudar de mi capacidad para infundir vida a
un animal tan maravilloso y complejo como el hombre. Los materiales con los
que de momento contaba apenas si parecían adecuados para empresa tan difícil,
pero tenía la certeza de un éxito final. Me preparé para múltiples
contratiempos; mis tentativas podrían frustrarse, y mi labor resultar
finalmente imperfecta. Sin embargo, me animaba cuando consideraba los
progresos que día a día se llevan a cabo en las ciencias y la mecánica;
pensando que mis experimentos al menos servirían de base para futuros éxitos.
Tampoco podía tomar la amplitud y complejidad de mi proyecto como argumento
para no intentarlo siquiera. Imbuido de estos sentimientos, comencé la
creación de un ser humano. Dado que la pequeñez de los órganos suponía un
obstáculo para la rapidez, decidí, en contra de mi primera decisión, hacer
una criatura de dimensiones gigantescas; es decir, de unos ocho pies de
estatura y correctamente proporcionada. Tras esta decisión, pasé algunos
meses recogiendo y preparando los materiales, y empecé. Nadie puede concebir la variedad de sentimientos
que, en el primer entusiasmo por el éxito, me espoleaban como un huracán. La
vida y la muerte me parecían fronteras imaginarias que yo rompería el
primero, con el fin de desparramar después un torrente de luz por nuestro
tenebroso mundo. Una nueva especie me bendeciría como a su creador, muchos
seres felices y maravillosos me deberían su existencia. Ningún padre podía
reclamar tan completamente la gratitud de sus hijos como yo merecería la de
éstos. Prosiguiendo estas reflexiones, pensé que, si podía infundir vida a la
materia inerte, quizá, con el tiempo (aunque ahora lo creyera imposible),
pudiese devolver la vida a aquellos cuerpos que, aparentemente, la muerte
había entregado a la corrupción. Estos pensamientos me animaban, mientras proseguía
mi trabajo con infatigable entusiasmo. El estudio había empalidecido mi
rostro, y el constante encierro me había demacrado. A veces fracasaba al
borde mismo del éxito, pero seguía aferrado a la esperanza que podía
convertirse en realidad al día o a la hora siguiente. El secreto del cual yo
era el único poseedor era la ilusión a la que había consagrado mi vida. La
luna iluminaba mis esfuerzos nocturnos mientras yo, con infatigable y apasionado
ardor, perseguía a la naturaleza hasta sus más íntimos arcanos. ¿Quién puede
concebir los horrores de mi encubierta tarea, hurgando en la húmeda oscuridad
de las tumbas o atormentando a algún animal vivo para intentar animar el
barro inerte? Ahora me tiemblan los miembros con sólo recordarlo; entonces me
espoleaba un impulso irresistible y casi frenético. Parecía haber perdido el
sentimiento y sentido de todo, salvo de mi objetivo final. No fue más que un
período de tránsito, que incluso agudizó mi sensibilidad cuando, al dejar de
operar el estímulo innatural, hube vuelto a mis antiguas costumbres. Recogía
huesos de los osarios, y violaba, con dedos sacrílegos, los tremendos
secretos de la naturaleza humana. Había instalado mi taller de inmunda creación
en un cuarto solitario, o mejor dicho, en una celda, en la parte más alta de
la casa, separada de las restantes habitaciones por una galería y un tramo de
escaleras. Los ojos casi se me salían de las órbitas de tanto observar los
detalles de mi labor. La mayor parte de los materiales me los proporcionaban
la sala de disección, y el matadero. A menudo me sentía asqueado con mi
trabajo; pero, impelido por una incitación que aumentaba constantemente, iba
ultimando mi tarea. Transcurrió el verano mientras yo seguía entregado
a mi objetivo en cuerpo y alma. Fue un verano hermosísimo; jamás habían
producido los campos cosecha más abundante ni las cepas, mayor vendimia; pero
yo estaba ciego a los encantos de la naturaleza. Los mismos sentimientos que
me hicieron insensible a lo que me rodeaba me hicieron olvidar aquellos
amigos, a tantas millas de mí, a quienes no había visto en mucho tiempo.
Sabía que mi silencio les inquietaba, y recordaba claramente las palabras de
mi padre: «Mientras estés contento de ti mismo, sé que pensarás en nosotros
con afecto, y sabremos de ti. Me disculparás si tomo cualquier interrupción
en tu correspondencia como señal de que también estás abandonando el resto de
tus obligaciones.» Por tanto, sabía muy bien lo que mi padre debía sentir;
pero me resultaba imposible apartar mis pensamientos de la odiosa labor que
se había aferrado tan irresistiblemente a mi mente. Deseaba, por así decirlo,
dejar a un lado todo lo relacionado con mis sentimientos de cariño hasta
alcanzar el gran objetivo que había anulado todas mis anteriores costumbres. Entonces pensé que mi padre no sería justo si
achacaba mi negligencia a vicio o incorrección por mi parte; pero ahora sé
que él estaba en lo cierto al no creerme del todo inocente. El ser humano perfecto
debe conservar siempre la calma y la paz de espíritu y no permitir jamás que
la pasión o el deseo fugaz turben su tranquilidad. No creo que la búsqueda
del saber sea una excepción. Si el estudio al que te consagras tiende a
debilitar tu afecto y a destruir esos placeres sencillos en los cuales no
debe intervenir aleación alguna, entonces ese estudio es inevitablemente
negativo, es decir, impropio de la mente humana. Pero la ansiedad reprimía mi entusiasmo, y más que
un artista dedicado a su entretenimiento preferido tenía el aspecto de un
condenado a trabajos forzados en las minas o cualquier otra ocupación insana.
Cada noche tenía accesos de fiebre y me volví muy nervioso, lo que me
incomodaba, ya que siempre había disfrutado de excelente salud y había
alardeado de dominio de mí mismo. Pero pensé que el ejercicio y la diversión
pronto acabarían con los síntomas, y me prometí disfrutar de ambos en cuanto
hubiera completado mi creación CAPITULO IV Una desapacible noche de noviembre contemplé el
final de mis esfuerzos. Con una ansiedad rayana en la agonía, coloqué a mí
alrededor los instrumentos que me iban a permitir infundir un hálito de vida
a la cosa inerte que yacía a mis pies. Era ya la una de la madrugada; la
lluvia golpeaba las ventanas sombríamente, y la vela casi se había consumido,
cuando, a la mortecina luz de la llama, vi cómo la criatura abría sus ojos
amarillentos y apagados. Respiró profundamente y un movimiento convulsivo
sacudió su cuerpo. ¡Ay!, Ningún mortal podría soportar el horror que inspiraba
aquel rostro. Ni una momia reanimada podría ser tan espantosa como aquel
engendro. Lo había observado cuando aún estaba incompleto, y ya entonces era
repugnante; pero cuando sus músculos y articulaciones tuvieron movimiento, se
convirtió en algo que ni siquiera Dante hubiera podido concebir. CAPITULO IX No bien hube pronunciado estas palabras, cuando vi
en la distancia la figura de un hombre que avanzaba hacia mí a velocidad
sobrehumana saltando sobre las grietas del hielo, por las que yo había
caminado con cautela. A medida que se acercaba, su estatura parecía
sobrepasar la de un hombre. Temblé, se me nubló la vista y me sentí
desfallecer; pero el frío aire de las montañas pronto me reanimó. Comprobé,
cuando la figura estuvo cerca —odiada y aborrecida visión—, que era el
engendro que había creado. Temblé de ira y horror, y resolví aguardarlo y
trabar con él un combate mortal. Se acercó. Su rostro reflejaba una mezcla de
amargura, desdén y maldad, y su diabólica fealdad hacían imposible el mirarlo,
pero apenas me fijé en esto. La ira y el odio me habían enmudecido, y me
recuperé tan sólo para lanzarle las más furiosas expresiones de desprecio y
repulsión. ––Demonio ––grité––, ¿osas acercarte? ¿No temes
que desate sobre ti mi terrible venganza? Aléjate, ¡insecto despreciable! Mas
no, ¡detente! ¡Quisiera pisotearte hasta convertirte en polvo, si con ello,
con la abolición de tu miserable existencia, pudiera devolverles la vida a
aquellos que tan diabólicamente has asesinado! ––Esperaba este recibimiento ––dijo el demoníaco
ser—. Todos los hombres odian a los desgraciados. ¡Cuánto, pues, se me debe
odiar a mí que soy el más infeliz de los seres vivientes! Sin embargo, vos,
creador mío, me detestáis y me despreciáis, a mí, vuestra criatura, a quien estáis
unido por lazos que sólo la aniquilación de uno de nosotros romperá. Os
proponéis matarme. ¿Cómo os atrevéis a jugar así con la vida? Cumplid
vuestras obligaciones para conmigo, y yo cumpliré las mías para con vos y el
resto de la humanidad. Si aceptáis mis condiciones, os dejaré a vos y a
ellos; pero si rehusáis, llenaré hasta saciarlo el buche de la muerte con la
sangre de tus amigos. ––¡Aborrecible monstruo!, ¡demonio infame!, los
tormentos del infierno son un castigo demasiado suave para tus crímenes.
¡Diablo inmundo!, me reprochas haberte creado; acércate, y déjame apagar la
llama que con tanta imprudencia encendí. Mi cólera no tenía límites; salté sobre él,
impulsado por todo lo que puede inducir a un ser a matar a otro. Me esquivó
fácilmente y dijo: ––¡Serenaos! Os ruego me escuchéis antes de dar
rienda suelta a vuestro odio. ¿Acaso no he sufrido bastante que buscáis
aumentar mi miseria? Amo la vida, aunque sólo sea una sucesión de angustias,
y la defenderé. Recordad: me habéis hecho más fuerte que vos; mi estatura es
superior y mis miembros más vigorosos. Pero no me dejaré arrastrar a la lucha
contra vos. Soy vuestra obra, y seré dócil y sumiso para con mi rey y señor,
pues lo sois por ley natural. Pero debéis asumir vuestros deberes, los cuales
me adeudáis. Oh, Frankenstein, no seáis ecuánime con todos los demás y os
ensañéis sólo conmigo, que soy el que más merece vuestra justicia e incluso
vuestra clemencia y afecto. Recordad que soy vuestra criatura. Debía ser
vuestro Adán, pero soy más bien el ángel caído a quien negáis toda dicha.
Doquiera que mire, veo felicidad de la cual sólo yo estoy irrevocablemente
excluido. Yo era bueno y cariñoso; el sufrimiento me ha envilecido.
Concededme la felicidad, y volveré a ser virtuoso. ––¡Aparta! No te escucharé. No puede haber
entendimiento entre tú y yo; somos enemigos. Apártate, o midamos nuestras
fuerzas en una lucha en la que sucumba uno de los dos. ––¿Cómo podré conmoveros?; ¿no conseguirán mis
súplicas que os apiadéis de vuestra criatura, que suplica vuestra compasión y
bondad? Creedme, Frankenstein: yo era bueno; mi espíritu estaba lleno de amor
y humanidad, pero estoy solo, horriblemente solo. Vos, mi creador, me odiáis.
¿Qué puedo esperar de aquellos que no me deben nada? Me odian y me rechazan. Las
desiertas cimas y desolados glaciares son mi refugio. He vagado por ellos
muchos días. Las heladas cavernas, a las cuales únicamente yo no temo, son mi
morada, la única que el hombre no me niega. Bendigo estos desolados parajes,
pues son para conmigo más amables que los de tu especie. Si la humanidad
conociera mi existencia haría lo que tú, armarse contra mí. ¿Acaso no es
lógico que odie a quienes me aborrecen? No daré treguas a mis enemigos. Soy
desgraciado, y ellos compartirán mis sufrimientos. Pero está en tu mano
recompensarme, y librarles del mal, que sólo aguarda que tú lo desencadenes.
Una venganza que devorará en los remolinos de su cólera no sólo a ti y a tu
familia, sino a millares de seres más. Deja que se conmueva tu compasión y no
me desprecies. Escucha mi relato: y cuando lo hayas oído, maldíceme o
apiádate de mí, según lo que creas que merezco. Pero escúchame. Las leyes
humanas permiten que los culpables, por malvados que sean, hablen en defensa
propia antes de ser condenados. Escúchame, Frankenstein. Me acusas de
asesinato; y sin embargo destruirías, con la conciencia tranquila, a tu
propia criatura. ¡Loada sea la eterna justicia del hombre! Pero no pido que
me perdones; escúchame y luego, si puedes, y si quieres, destruye la obra que
creaste con tus propias manos. ––¿Por qué me traes a la memoria hechos que me
hacen estremecer, y de los cuales soy autor y causa? ¡Maldito sea el día,
abominable diablo, en el cual viste la luz! ¡Malditas sean ––aunque me
maldigo a mí mismo–– las manos que te dieron forma! Me has hecho más
desgraciado de lo que me es posible expresar. ¡No me has dejado la
posibilidad de ser justo contigo! ¡Aparta!, ¡libra mis ojos de tu detestable
visión! ––Así lo haré, creador mío ––dijo, tapándome los
ojos con sus odiosas manos, que aparté con violencia––. Así os libraré de la
visión que aborrecéis. Pero aún podéis seguir escuchándome, y otorgarme
vuestra compasión. Os lo exijo, en nombre de las virtudes que una vez poseí.
Escuchad mi historia, es larga y extraña. Pero subid a la choza de la
montaña, pues la temperatura de este lugar no es apropiada a vuestra
constitución. El sol está aún muy alto; antes de que descienda y se oculte
tras aquellas cimas nevadas para alumbrar otro mundo, habrás oído mi relato y
podrás decidir. De ti depende el que abandone para siempre la compañía de los
hombres y lleve una existencia inofensiva o me convierta en el azote de tus
semejantes y el autor de tu pronta ruina. RETOS DE
APRENDIZAJE
Ejemplo:
. |
||||||
TERCER MOMENTO: PRÁCTICO RETOS DE APRENDIZAJE A) Teniendo en cuenta la relación
entre ética y tecnología, crea y dibujo el modelo de científico o científica que
tendría que estar presente en tu sociedad. ·
Dibuja la silueta de este científico y científica y pon alrededor de su
dibujo: cinco valores éticos y sociales de dicho ser científico. B) Diseña un producto, que crees
que puede ser útil para el bienestar de tu comunidad ·
Debes dibujar dicho producto y contarnos cuales son las ventajas de
dicho producto. c) Diseña un ser humano, que tenga
las cualidades que tu requieres para la construcción de tu sociedad ideal. ·
Dibuja a ese ser humano con sus cualidades y cuéntanos cuales son tus
limites éticos para crear dicho ser. |
||||||
CONTACTO DE LOS DOCENTES DEL NODO TatianaVelásquez: tatiana.velasquez@iejosehoraciobetancur.edu.co WhatsApp : 3014178327 Efraín Daza: efrain.daza@medellin.edu.co WhatsApp 3507392388 Luz Hiasnaia Agudelo Cano: hiasna.agudelo@iejosehoraciobetancur.edu.co
WhatsApp 30444895 CUARTO MOMENTO:
ME EVALÚO RECUERDA ESTAS
SENCILLAS PAUTAS PARA LA ENTREGA DE TU TRABAJO ●
Los trabajos deben ser
elaborados en hojas de block. ●
Cada hoja
del trabajo debe ir bien marcada con nombres y apellidos y grado, de forma
clara. ●
La
actividad se debe enviar a cada docente, a través de la forma que se haya
acordado para recibir dicha evidencia. (dentro de cada jornada) ●
Cualquier
duda o inquietud frente al trabajo planteado, será resuelta en el horario de
las asesorías. ●
Para evitar
daño o pérdida de las actividades realizadas, deberás hacer un portafolio y
allí guardar cada actividad. (se calificará la creatividad en la elaboración
del portafolio) ●
El portafolio debe ser
entregado en la institución cuando pase la emergencia. ●
PRODUCTO A ENTREGAR: La solución de las preguntas y actividades
que se plantean en el horario de asesoría de lunes a viernes, en el horario
de 12 pm a 6 pm. También
debes adjuntar la rúbrica de evaluación valorada junto con las
evidencias. Se debe hacer entrega a la
profesora Tatiana Velasquez Uribe.
Puede ser por medio WhatsApp al teléfono 3014178327 o del correo tatiana.velasquez@iejosehoraciobetancur.edu.co ● TIEMPO DE ENTREGA: 9 de abril NOTA: Luego de desarrollar la guía, lo único
que envío a la maestra o maestro, al finalizar la semana, son las respuestas
de estas últimas preguntas. Uno o dos productos a la semana. RECUERDO: guardo de forma ordenada en una carpeta,
las tareas y productos de esta guía para llevarlas a clase solo cuando
regresemos a la institución. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario